Chascar los nudillos no es causa de artrosis
Casi se me pasa este año comentar los IgNobel Prize de este año. En la web Improbable Research tenemos cumplida cuenta de los premios. Y este año el de Medicina esta dedicado a un trabajo de investigación muy personal y llevado a cabo con infinita paciencia durante 50 años. La referencia es ésta: Donald L Unger. Does Knuckle Cracking Lead to Arthritis of the Fingers?. Arthrtis and Rheumatism. vol 41, 1998, pp 949-50. El trabajo, una carta al director, merece la pena leerlo completo.
Durante la infancia del autor, diversas autoridades de renombre (su madre, varias tías, y más tarde, su suegra) le informaron que chascar los nudillos le provocaría una artrosis de los dedos. Para probar la exactitud de esa hipótesis, se llevó a cabo el siguiente experimento. Durante 50 años, el autor chascó los nudillos de su mano izquierda al menos dos veces al días, dejando la mano derecha como control. Así, los nudillos de la mano izquierda chascaron al menos, 36.500 veces de forma espontánea. Al final de los 50 años, se compararon las manos para evaluar la presencia de artrosis. No hubo artrosis en las manos, y ambas tenían similar apariencia. El chasquido de dedos no produjo artrosis después de 50 años en el estudio controlado por el participante. Sería necesario un estudio con un mayor número de gente para confirmar el resultado, pero esta investigación preliminar sugiere una falta de correlación entre el chasquido de nudillos y el desarrollo de la artrosis de los dedos. Una búsqueda de la literatura reveló un estudio anterior sobre este tema, y los autores llegaron a la misma conclusión: Swezey SE: The Consequences of Habitual Knuckle Cracking. West J MEd 1973; 122:377-9. Estos resultados ponen en cuestión si las creencias de los padres, como por ejemplo, la importancia de comer espinacas son también erróneas. Es necesaria una mayor investigación sobre estos temas. En conclusión, no hay ninguna relación aparente entre el chasquido de los nudillos y el posterior desarrollo de artrosis de los dedos. Este estudio fue realizado enteramente por cuenta del autor sin subvenciones de ninguna fuente estatal o de la industria farmacéutica.
Aquí podemos ver al feliz ganador.
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