La industria de la energía eólica ha crecido enormemente en los últimos años. En España, esta fuente acaba de superar recientemente su propiorécord de producción alcanzando más de un 61% del total de electricidad consumida en todo el país en un momento puntual. Pero este incremento no sólo se ha producido en España. Estados Unidos, por ejemplo, también ha experimentado un rápido aumento de la potencia eólica instalada.
Allí, un grupo de investigadores del Departamento de Ciencias Atmosféricas y Ambientales de la Universidad de Albany (EEUU) acaba de publicar en la revista 'Nature Climate Change' una investigación sobre el efecto de los parques eólicos sobre el clima local. El equipo, liderado por el investigador Yuanlong Hu, demuestra en su trabajo qué las áreas en las que se encuentran las grandes plantas eólicas la temperatura local aumenta hasta 0,72 grados centígrados cada décadacomparado con áreas en las que no hay instalaciones de este tipo.
Para llegar a esa conclusión, los autores utilizaron datos satelitales tomados desde el año 2003 hasta 2011 de una región de Texas en la que se encuentran cuatro de los mayores parque eólicos del mundo y los compararon con datos de otros lugares. La principal conclusión a la que llegan los investigadores es que la tierra alrededor de los parques eólicos de nueva construcción se calienta más que las áreas adyacentes, pero sobre todo durante la noche.
Datos no extrapolables a otros lugares
Los científicos creen que el efecto es causado por las turbinas que traen aire relativamente cálido a nivel del suelo. Los investigadores utilizaron los datos de los instrumentos MODIS de los satélites 'Aqua' y 'Terra' de la NASA para medir la temperatura del suelo en la región de estudio, antes, durante y después del boom eólico de la zona. El año 2003 marca el inicio de la investigación, cuando apenas había turbinas eólicas en Texas, y 2011 marca la situación final, muy semejante a la actual.
Los investigadores examinaron otros factores que podrían haber afectado los resultados, tales como cambios en la vegetación, pero se demostró que su impacto era demasiado pequeño como para producir el cambio de temperatura observado.
El investigador principal, Liming Zhou, pide que no se extrapolen los resultados obtenidos a otros lugares o para las décadas venideras. "La tendencia al calentamiento observado sólo se aplica a la región de estudio y el periodo de estudio, y por lo tanto no deben extrapolarse linealmente a otras regiones o durante períodos más largos", aseguró a la BBC. "Es probable que, para un parque eólico determinado, el efecto de calentamiento llegue a un límite en lugar de seguir aumentando si no se instalan nuevas turbinas".
"Este artículo es un primer paso en la exploración de la posibilidad de utilizar datos de satélite para cuantificar los posibles impactos de los grandes parques eólicos en el tiempo y en el clima", dijo Zhou. "Ahora estamos ampliando este enfoque a otros parques eólicos y construyendo modelos para entender los procesos físicos y mecanismos que provocan las interacciones de las turbinas con la capa de la atmosférica más cercana a la superficie".
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