Este científico y su equipo han llevado a cabo una investigación conresonancias magnéticas que constata que aquéllos que menos pescado consumen en su dieta tienen un menor volumen cerebral, "que es el equivalente a dos años de envejecimiento estructural del cerebro", detallan en el último 'Neurology'.
En declaraciones al ELMUNDO.es, el doctor Tan puntualiza: "Este es el primer estudio que analiza los glóbulos rojos de ácidos grasos omega-3 (que representan la ingesta dietética de este tipo de ácidos grasos que se encuentran típicamente en los peces) y los volúmenes del cerebro y el rendimiento cognitivo. Hay otros estudios con resultados similares, pero están basados en datos epidemiológicos obtenidos de cuestionarios sobre frecuencia alimentaria y, por tanto, no son tan fiables".
Jorge Matías-Guiu, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, reconoce que, efectivamente, "el estudio llega a confirmar evidencias anteriores que constatan cómo una dieta rica en determinados pescados favorece una menor atrofia y menos envejecimiento cerebral".
La mayor ingesta alimentaria de pescados y "los niveles circulantes de ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido eicosapentanoico (EPA), ambos ácidos grasos poliinsaturados esenciales de la serie omega-3 (que se encuentran fundamentalmente, en el salmón, las sardinas, los arenques, el sábalo o el verdel) se han relacionado con un menor riesgo de demencia, pero los mecanismos que subyacen a esta asociación no están del todo claros. Por eso hemos llevado a cabo un estudio que establezca los niveles sanguíneos de estos ácidos y su relación con imágenes subclínicas y marcadores cognitivos de riesgo de demencia en un grupo de personas de mediana edad", introducen los autores en su ensayo.
De esta forma los científicos escogieron a participantes del estudio Framingham (famosa investigación que se inició en 1948 con el fin de identificar los factores de riesgo comunes y característicos de las enfermedades cardiovasculares) que no tuvieran demencia. Finalmente reclutaron a 1.575 varones y 854 mujeres de entre 67 y 69 años.
"El trabajo de Zaldy Tan parte de una cohorte del famoso Framinghan, uno de los estudios metodológicamente más rigurosos a largo plazo. Por este motivo, y aunque otros ensayos han fallado a la hora de establecer la relación entre consumo de pescado y beneficios cerebrales debido seguramente a problemas de metodología, estamos ante un trabajo muy importante, potente y riguroso", insiste el experto español.
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