- Si alguna vez piensa que las muelas del juicio no sirven para nada y solo traen problemas, está en lo cierto. No se trata de rumorología popular ni de tópicos, sino de una realidad.
El reconocido cirujano maxilofacial, Florencio Monje, presidente además del próximo Congreso de Cirugía Oral e Implantología, que se celebrará en Badajoz los días 31 de mayo y 1 de junio, así lo ratifica: "Las muelas del juicio (o tercer molar) lo único que aportan son problemas, daño en el segundo molar, dolor, alteraciones en la salud de las encías y también pueden influir en el apiñamiento de las piezas anteriores".
Estas muelas llevan su nombre por ser las últimas en salir, por salir a una edad donde ya se tiene un "juicio" desarrollado. En el caso de que aparezcan, suelen hacerlo entre los 15 y 25 años aproximadamente, según afirman los expertos. Datos recientes de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial muestran que las muelas del juicio causan problemas a dos tercios de la población y éstas además, con frecuencia no suelen crecer bien, no se colocan adecuadamente. Pero, ¿por qué causan tantos impedimentos?
Cada vez más problemáticas
El doctor Monje apunta que se debe a dos factores fundamentales. El primero es que, actualmente la población tiene un mayor cuidado en la higiene de la boca del que se tenía hace 30 años. Además, el hueso maxilar superior y la propia mandíbula no están preparados para tener tres molares. "En otros tiempos se perdían siempre dientes, la mayoría de ellos primeros o segundos molares, y gracias a esto no había tantos problemas a la hora de erupcionar estas muelas del juicio".
Asegura además, que las inferiores suelen dar más problemas que las superiores, tanto en dolor, como en la aparición de caries o presiones en las piezas que las preceden.
Por otro lado, el especialista descarta que sean estas piezas dentales las culpables de problemas en la articulación de la mandíbula o en eloído. "No tiene por qué. Salvo que haya una erupción muy alterada de las muelas del juicio no generan alteraciones en la mandíbula" ni tampoco en el oído, "salvo que a veces la otalgia (dolor de oído) puede ser el primer signo de problemas en relación con [la aparición y crecimiento] de las muelas del juicio". El doctor lo explica de la siguiente forma: "El área cerebral que recibe las sensaciones relacionadas con la muela del juicio es la misma que la del oído. Por lo tanto, esa área no distingue si está recibiendo sensaciones de la muela o del oído".
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